Aportes para una semiótica de los sistemas de escritura
La afirmación de Saussure: “Lengua y escritura son dos sistemas de signos distintos; la única razón de ser del segundo es la de representar al primero” fue funcional a una larga ausencia de estudios semiológicos de los sistemas de escritura, que se prolongó hasta que pensadores como Benveniste, Barthes y más tarde Derrida comenzaron a considerar el tema bajo otras perspectivas.
Tradicionalmente, los sistemas de escritura han sido abordados con miradas teñidas de prejuicios y malentendidos, como la visión evolucionista de Gelb en cuanto a las etapas lineales del desarrollo de la escritura o los planteos alfabetocentristas de Walter Ong o Jesús de Mosterín, atravesados por un fuerte etnocentrismo.
En sentido contrario a la idea de Ong en cuanto a considerar a la escritura como una "tecnología de la palabra", cada sistema de escritura puede abordarse en su dimensión histórica y social, como un constructo cultural, con una carga semiótica irreductible a la funcionalidad de una tecnología o un código de transcripción.
Una semiótica de los sistemas de escritura, diferenciándose de las posturas etnocentristas y los criterios tipológicos que conducen a clasificaciones artificiosas, debe considerar la complejidad y la heterogeneidad de los sistemas de escritura, sus características histórico-culturales, explorar sus diversas maneras de significar y estudiar las hibridaciones que surgen en la era de la globalización.
Desde esta perspectiva, presentaré algunas apreciaciones sobre los orígenes arqueológicos y mitológicos de diversos sistemas de escritura, relacionándolos con las particularidades de cada gramática visual resultante. Me centraré en dos casos: por un lado, las formas de escritura que tuvieron su origen en la Mesopotamia y, por otro, la escritura china.
Mientras que a partir de hallazgos arqueológicos en Occidente se da por sentado que el origen de la escritura se encuentra en el comercio y el registro de bienes (cfr.: Gelb, Goody, Ong), en el caso de la escritura china, a partir del estudio de inscripciones sobre caparazones y huesos (jiǎgǔwén甲骨文) con fines oraculares durante la dinastía Shang (1200 a 1045 a.C.) se considera que su origen está vinculado a fines adivinatorios (cfr.: Vandermeersch).
Del mismo modo, el origen mítico de la escritura que se presenta en el Fedro de Platón y el origen mítico de la escritura china nos ofrecen claves para interpretar las peculiaridades del lugar que han ocupado y ocupan ambos sistemas de escritura en la vida social y en la literatura, o en sentido más amplio, en la semiosfera.
Mi hipótesis consiste en que existe una relación entre los orígenes de los sistemas de escritura y su funcionamiento como artefactos culturales y como sistemas semióticos. Considero que, como señalara Benveniste, "los vínculos entre una lengua moderna y la escritura son específicos, no universales". Y agregaría que una parte de esa especificidad está enraizada en la historia de las culturas.
País:
Argentina
Temas y ejes de trabajo:
Los pasajes y articulaciones entre semióticas verbales y no verbales
Semiótica y antropología
Institución:
Universidad de Buenos Aires
Mail:
leliagandara@gmail.com
Estado del abstract
Estado del abstract:
Accepted