El debate por la legalización del aborto en Argentina crea las condiciones de posibilidad para la emergencia de una zona del decir, hasta no hace mucho tiempo interdicta. Aquí me voy a centrar en el análisis del discurso proferido por Norma Cuevas en el debate previo a la votación en la Cámara de Diputados, centrado en el caso de su hija Ana María Acevedo a la que padeciendo un cáncer, se le niega la posibilidad de realizarle un aborto no punible para poder tratarla. Ana María muere 14 días después que se le hiciera una cesárea a los seis meses de embarazo –su hijo también muere- En el relato de Norma, además de la narración de los hechos que derivan en la muerte de su hija, se suman una serie de sucesos y/o abandonos sucesivos en los que el Estado pudiendo haber intervenido, no lo hace. Ana María era una mujer joven y pobre, madre de tres hijxs. En esta intervención, me interesa atender a aquello que la palabra de Norma trae al debate y al juego de sentidos solapados que su discurso produce entre lo que se dice desde una palabra que atraviesa su cuerpo pleno de afectos, lo que se muestra -tres fotografías que muestran el rostro de su hija joven, la casa humilde de Ana y su tumba- y lo que se lee (el discurso se cierra con la lectura de un poema que Norma lee… “sin saber leer” lo que marca otro abandono del estado en relación a la alfabetización). Si bien mi presentación está principalmente centrada en la intervención de Cuevas, este relato nos permite abrir una serie que conforma una escena marco de la que me interesa dar cuenta centrada en historias de vida y/o narraciones biográficas (Arfuch). Enunciados en primera persona, los discursos proferidos por mujeres (algunas con alto grado de visibilidad mediática, como es el caso de las artistas Muriel Santa Ana y Paz Ferreyra “Miss Bolivia”) parecerían configurar una genealogía emergente de la historia de las mujeres en torno a esta práctica. En conjunto conforman una escena en que las voces se singularizan, acoplan y suceden. Y en la que se genera un espacio de resonancia particular entre experiencias de mujeres madres que ven morir a sus hijas, hijas que relatan la muerte de sus madres (“Flor de la V”), y relatos de experiencias de interrupción de embarazo marcados por lo clandestino. La fuerza de lo precario (Butler), atraviesa relatos y cuerpos y se acentúa al máximo cuando las mujeres son pobres.