Es sabido que las transformaciones de la palabra política bajo el impacto de internet son un proceso dinámico que exige reconsiderar buena parte de los supuestos tradicionales del análisis del discurso: la politicidad de la palabra redefine – una vez más- sus contornos. En este trabajo aspiramos a reflexionar sobre esta problemática partiendo de un corpus de tuits publicados bajo el impacto de un escándalo que sacude a la política argentina, conocido como “el caso de los cuadernos”. Para este fin, se considerará una selección de tuits de tono polémico y paródico, emitidos en el mes de agosto, cuando el tema irrumpió en la agenda pública (por ejemplo, los tuits agrupados en los hashtags #cuadernos; #cuadernosdelacorrupción). El caso en cuestión es de altísimo impacto por la amplitud y jerarquía de las figuras involucradas en el affaire. Por esa razón, los comentarios sobre el tema fueron especialmente abundantes y constituyen un espacio rico para considerar estas nuevas formas de discurso político que abrevan –entre otras- en las tradiciones del rumor y el panfleto. Son voces “anónimas” – cuya legitimidad es frecuentemente puesta en duda- con circulación pública (en algunos casos viralizadas, en otros, recuperadas por los medios tradicionales). La temática y la circulación autorizan a considerarlas discursos políticos. El recorrido hará foco en dos ejes: el tratamiento de los actos de habla (denuncias/ contradenuncias/ “arrepentimiento”); y los criterios de validación (por ejemplo, los argumentos ad personam, la cuestión del “documento”). Ambos están estrechamente vinculados con la credibilidad asignada o no al caso que se comenta, a los dichos de las figuras involucradas, al valor de los textos que circulan sobre el tema. En cada uno de ellos, se considerarán los recursos retóricos, enunciativos e intertextuales puestos en juego, el aprovechamiento de diversos tipos de materias significantes articuladas en estrategias polémicas y paródicas. En su conjunto, se trata de una trama de voces que disputan el sentido de lo real y, al hacerlo, ponen en evidencia, los altos niveles de incertidumbre que suelen aureolar los escándalos políticos.