El estatuto genérico del graffiti dentro del sistema “lenguajes urbanos”
En el espacio público a cielo abierto, cuyas inmediatas fronteras son los frentes de los edificios privados o públicos, compiten por la atención del transeúnte varios lenguajes, codificados o no, con diferente espesor de institucionalización: señalética, publicidad, graffitis y “pintadas”. Institucional vs. no-institucional no se oponen meramente como la clase y su complemento desde un punto de vista de la lógica de clases. Semánticamente, la categoría institucional/no-institucional transita en el cuadrado semiótico varias alternancias, diversos estatutos en función de la modalidad deontológica de poder-hacer y de poder-ser, cada uno de los cuales implica un diverso programa narrativo con sus específicos esquema actancial y sistema enunciativo en juego (Greimas 1966, 1983; Courtés 1997 [1991]; Greimas-Courtés 2006/2007 [1979/1986]). Ahora bien, frente a lo instituido de iure está también lo estatuido de facto. Es aquí donde los diferentes lenguajes urbanos se encuentran, interpelan y confrontan. Estos lenguajes co-rresponden a diferentes instancias de poder estatuyente, poder estatuido y poder destituyente, todas ellas bajo la categorización del poder como krátos y no meramente como dýnamis, pues no se trata sólo de la facultad de ejercer una potencialidad, sino del poder de instaurar un derecho. En términos de Barthes (1987 [1984]), el ámbito de la cultura representa el escenario de una lucha de lenguajes cuya estructura de poder es asimétrica: los lenguajes encráticos enclavados en el poder del estado y los lenguajes acráticos dispersos en los micropoderes con diversos estatutos de impotencia. El graffiti representa una de las materialidades textuales en las que estos lenguajes acráticos se inscriben a diario en el espacio urbano público a cielo abierto.
Los graffitis de Buenos Aires fueron estudiados desde abordajes semiológicos e histórico-político-sociológicos (Gándara 2002; Kozak 2004). Ambas autoras analizaron aspectos históricos (periodizaciones), temáticos, taxonómicos (según diversos criterios), autorales, retóricos, enunciativos, estilísticos, dentro del marco general de las “intervenciones urbanas” entre las cuales Kozak los distingue explícitamente de las “pintadas”. En este marco, el aporte de este trabajo consiste en delimitar, por medio de las estructuras semióticas profundas y no las de superficie, frente al conjunto señalado de lenguajes urbanos con los que hace sistema, el estatuto genérico del graffiti. En tanto género, se desempeña efectivamente como una esfera de sentido socialmente reconocida (Steimberg 1998: 41), cuya semiosis distintiva se produce por una suerte de abducción desde su sobrentendido dispositivo enunciativo (Ducrot 1984: 19-24; Traversa 1997, 2001, 2009) como una práctica contravencional con efecto metadiscursivo contestatario. Es allí, pues, donde el “estatuto graffiti” de un texto se destila, no ya por la materialidad de su significante ni por su mera técnica de producción e inscripción, sino por el dispositivo enunciativo que, sin preceder a la puesta en circulación del sentido, sin embargo es sobrentendido para que las características definitorias de la práctica graffitera trasunten en reconocimiento social. A partir de un corpus de registro propio de graffitis de Buenos Aires entre 2010/2015, se centrará el análisis en ejemplos provenientes de los campos temáticos sobre la imputabilidad penal infantil y el feminismo, temas nuevamente hoy de candente vigencia.
País:
Argentina
Temas y ejes de trabajo:
Semióticas de los lenguajes visuales, sonoros y audiovisuales
Semióticas indiciales (materialidades, cuerpos, objetos)
Institución:
Universidad Nacional de las Artes, UNA, Área Transdepartamental de Crítica de Artes
Mail:
stabilealberto@yahoo.com.ar
Estado del abstract
Estado del abstract:
Accepted