El presente trabajo se ocupa de analizar la arquitectura de los museos de arte moderno y contemporáneo Malba (Buenos Aires), Moma (Nueva York) y Tate Modern (Londres), más concretamente, sus fachadas, explanadas y halls de entrada, entendiendo a estos espacios como discursividades intermediarias que configuran una promesa experiencial a los potenciales visitantes y, en consecuencia, adelantan, comentan, organizan, sugieren o informan algo sobre aquello que se experimentará al interior de estos edificios. La idea de promesa experiencial supone entonces que, en el siglo XXI, la visita a los museos de arte moderno y contemporáneo no incluye únicamente entrar en contacto con las obras de arte allí exhibidas. Bajo esta premisa y para esbozar una descripción de la idea propuesta, se ha observado al corpus de este trabajo a partir de tres nociones centrales, seleccionadas tras recorrer las ya conocidas discusiones sobre el museo pensado como mass media y como espectáculo para público masivo: aquello que Eliseo Verón ha llamado contrato de lectura; lo que Oscar Traversa ha denominado discursos intermediarios y las proposiciones sobre géneros desarrolladas por Oscar Steimberg. Basada en estos conceptos fundamentales, la noción de promesa experiencial pone de relieve las tensiones entre las expectativas, conocimientos, exigencias y experiencias de los potenciales visitantes de estos espacios de exhibición y las nociones de arte y museo moderno y contemporáneo puestas en escena por Malba, Moma y Tate Modern, sin perder de vista el lugar que estos museos ocupan en el sistema en el que se inscriben. En este sentido es que la aplicación del concepto de discurso intermediario, fuertemente ligado al cine y su condición industrial, permite pensar a la arquitectura de estas instituciones artísticas como un juego de maquinarias productoras de una subcategoría dentro del sistema museístico que propone novedosas experiencias a sus potenciales visitantes y, por lo tanto, da lugar a nuevos efectos radiales que se combinan con otros ya existentes, como los del mundo del espectáculo masivo, del star system y de los influencers. Describir, comparar y poner en relación estas promesas experienciales tras el análisis, en primera instancia, de Malba, Moma y Tate Modern es el objetivo de este trabajo.