Los amorales y las “buenas costumbres”: memoria discursiva y clasificación de la homosexualidad en la DIPBA

La propuesta de análisis que presentamos aquí se enmarca en un proyecto de investigación que tiene por objeto discursividades de grupos que ejercieron prácticas de espionaje político-ideológico preservadas en el archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires (DIPBA), a la que consideramos como una comunidad discursiva (Maingueneau, 1996; Beacco, 2004). Desde su creación en 1956 hasta su cierre en 1998, distintos grupos se configuraron como el “otro” a vigilar: se destacan entre estos los partidos políticos, los gremios, los estudiantes, pero también asociaciones religiosas, deportivas, culturales. En este archivo (conservado en la actualidad por la Comisión Provincial por la Memoria), los informes que remiten al control de quienes eran sospechosos por su sexualidad, en particular la homosexualidad, atraviesa las “mesas” y “factores” que ordenan la clasificación y se suceden tanto durante períodos dictatoriales como en los años de democracia. La caracterización de los vigilados como “amorales” (en ciertos casos, único adjetivo que se usa para referir a quien es objeto de vigilancia) se sostiene a lo largo de las décadas y entra en una serie de reformulaciones que se anudan en torno a la frase cristalizada “la moral y las buenas costumbres”, a la que estudiamos como fórmula (Krieg-Planc, 2010). Las distintas reformulaciones parafrásticas señalan a una memoria discursiva (Courtine, 1981, 2006; Vitale, 2015) –que constituye un elemento de cohesión de la comunidad– en la que se establece una continuidad en la relación entre sexualidad y religión y entre disidencia sexual y “peligro social” que, en este segundo punto, se reconfigura luego de 1983. En los informes que van de 1957 a 1982, la homosexualidad (el o la “amoral”) se vincula con posturas ideológicas, con grupos religiosos, con actividades sospechosas de “subversión” y es a veces consignada como un dato marginal. En cambio, luego del regreso de la democracia los informes en los que se encuentra la misma fórmula son más extensos y están clasificados como factor “policial”, en tanto la vigilancia se justifica por la conexión con delitos (asesinato, prostitución, narcotráfico). Apartarse de las “buenas costumbres” se constituye en esta comunidad discursiva como un “asunto policial” (Foucault, 1977) que debe ser identificado y circunscripto.
País: 
Argentina
Temas y ejes de trabajo: 
El análisis del discurso como práctica interpretativa
Semióticas de los discursos doxológicos (político, religioso, periodístico)
Institución: 
UBA
Mail: 
paulinabettendorff@gmail.com

Estado del abstract

Estado del abstract: 
Accepted
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