Este trabajo forma parte de la investigación “La Gráfica del Pueblo. Memoria de la causa Malvinas en el paisaje urbano” dirigida por Julio Cardoso y Mara Espasande en el Observatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús. Integro el equipo junto a Ernesto Dufour y César González Trejo. Con este proyecto nos propusimos poner bajo análisis transdisciplinario un corpus de las marcas de la memoria de Malvinas que han producido argentinos y sus organizaciones en todo el territorio nacional, con o sin vinculación con la estructura del estado. El espacio urbano y los cuerpos que lo habitan son el escenario en el que se produce una disputa por la construcción del sentido de Malvinas. El recordar es una operación que se realiza en el presente, en función de las necesidades actuales de sentido de quien recuerda. El recuerdo tiene, además, carácter constructivo, consiste en reagrupar y organizar. En torno a Malvinas, analizamos qué se reagrupa y cómo se lo hace. Estudiamos monumentos, graffitis, tatuajes, carteles, murales, billetes y objetos de muy diverso tipo. Los variados discursos que exploramos constituyen diferentes formas de recordar públicamente Malvinas, que expresan maneras en que argentinos de distintos lugares del país, sienten, perciben, intuyen, valoran, conciben y organizan sus relaciones con el suelo que habitan, con el resto de los argentinos, con Latinoamérica, con Gran Bretaña y las grandes potencias, también, en muchos casos, con lo sagrado. Estos discursos múltiples son relevados en el Muro de la Memoria Malvinera (http://memoriamalvinera.unla.edu.ar/), una plataforma virtual que nos permite sistematizar la construcción del corpus, mediante fotografías geolocalizadas. Se trata de un espacio interactivo, dinámico y abierto que invita a todos a subir imágenes de las marcas de la memoria de Malvinas que van produciendo o que van encontrando en el espacio público nacional. Me detengo acá en el análisis de tatuajes malvineros. Reflexiono sobre el tatuaje como género discusivo y sobre las especificidades del tatuaje malvinero, los colores, consignas, figuras, partes del cuerpo tatuadas y técnicas usadas, los posicionamientos que expresan los combatientes sobrevivientes de la guerra que se tatúan y otros argentinos que no participaron activamente del conflicto y también lo hacen. El tatuaje malvinero opera como marca de pertenencia a un colectivo sociocultural y político (de fronteras lábiles y difusas, con posiciones ambiguas y contradictorias, pero colectivo al fin). El tatuaje sitúa al tatuado en su comunidad, afianza los vínculos dentro del grupo. A diferencia de otros tatuajes que reafirman la identidad subjetiva individual, los tatuajes malvineros constituyen la marca, el sello de pertenencia a una identidad colectiva heterogénea.