La publicidad juega un papel fundamental en la cultura mexicana, es parte de la aspiración de obtener una calidad de vida y de ser aceptado dentro de ciertos grupos sociales. El consumo va más allá de satisfacer una necesidad, el consumo se convierte en un elemento de estatus social, autoestima, poder económico, poder de posesión, acumulación y sentido de vida, entre otros. En este sentido la publicidad lleva al receptor a un poseer, sobre el ser. Con una carga simbólica inimaginable, los mensajes comerciales, además de ser el punto de conexión con las mercancías, le otorgan un valor que le da un sentido social, de pertenecía y significación. La persona subjetiviza los objetos, los hace suyos y los hace parte del sentido de su vida personal, social y cultural. La semiótica se presenta como el método ideal para descifrar a fondo el mensaje publicitario y sus diversas implicaciones sociales, culturales, individuales, entre otros; así como un instrumento preciso para la generación de sistemas conceptuales, de modelos, y de preceptos teóricos e incluso para la construcción de objetos de estudio. A través del análisis, bajo la perspectiva de la semiótica, del mensaje comercial audiovisual de productos cosméticos transmitido en la televisión mexicana podemos detectar la presencia de una narratividad primitiva que lleva a una actuación exitosa y un énfasis exagerado en las nociones de objetividad-veracidad. Se recurre en varios casos (como el ejemplo analizado) a un cuadro científico simulado, desde el momento en que el objetivo de informar ─si es que lo hay─ queda subordinado al de persuadir para consumir; por otro lado, la información es superficial y se limita a incluir algunos términos extraídos del campo científico que le suma credibilidad, entre otros elementos. Todo un entramado digno del análisis semiótico. La semiótica permite descifrar el mensaje publicitario como práctica significante.