Este artículo continúa, en cierto modo, una exploración en torno a imágenes que, respecto de su desempeño sociocultural, se consideran abyectas. Tal investigación dio como resultado una tesis de maestría cuyo objeto fueron las películas de ficción que tematizan el mito urbano de las películas snuff (asesinatos perpetrados para su registro filmado). El encuadre teórico utilizado en esos trabajos, arraigado en diversas perspectivas disciplinares (sociosemiótica, teoría del cine, filosofía, etc.), se focalizó en dos ejes de análisis. En primer lugar, el realismo y la impresión de realidad, considerando el desarrollo evolutivo de los dispositivos de reproducción vinculados al cine; así como la configuración y la inserción social de aquellas imágenes que se han asumido y se asumen como realistas en el contexto de la cultura audiovisual moderna. En segundo lugar, el debate y la controversia sobre la difusión, la circulación y el consumo de imágenes mediáticas de violencia y muerte, teniendo en cuenta su construcción y sus efectos de sentido. En el presente nos hallamos ante un fenómeno propiciado por Internet, a saber, el de las muertes -por asesinato, suicidio o accidente- que se emiten (ya sea en directo o unos minutos después) a través de las redes sociales. Aquella que registra mayor cantidad es Facebook Live. A partir del abordaje de uno de los casos más resonantes, la meta aquí es dilucidar algunas características fundamentales de este objeto novedoso, conectado al video amateur y al rol determinante de Internet en la evolución contemporánea del mito snuff. A priori podríamos señalar que dicho objeto implica, en mayor o menor medida, una actualización de cuestiones vinculadas a la producción audiovisual sobre las cuales ya se venía trabajando. Nos proponemos indagar en qué consistiría esa supuesta actualización.