El presente trabajo se propone retomar una de las últimas ideas de Michel Foucault que apunta a realizar una distinción entre las relaciones de poder y las relaciones de dominación. La dinámica del poder remite a una relación de gobierno cambiante y reversible que nos constituye como sujetos en una trama social e histórica específica e irreductible. Las formas de dominación, por el contrario, operan sobre una cristalización de esas relaciones a través de la cual quedan canceladas diversas posibilidades de modificación. Esta idea resulta crucial para abrir la paradoja generada por el estudio de los dispositivos de poder. En efecto, la distinción planteada, permite superar la utopía idealista y anarquizante de una eliminación absoluta de los dispositivos orientando la reflexión hacia una perspectiva materialista que considera la posibilidad de pensar nuevas economías para las formas de gobierno. Sin embargo, quedan algunos problemas en pie. En efecto, ¿qué situaciones, qué acciones, qué características, permiten juzgar a un conjunto de relaciones de poder como dominación? Y más importante aún, ¿qué condiciones específicas es preciso que reúnan nuestros dispositivos de gobierno para evitar una cristalización de los mismos? Para aportar claridad sobre estas cuestiones, el planteo foucaulteano puede ser enriquecido a través un diálogo metódico con la semiótica peirceana que tenga como finalidad indagar las formas específicas que puede adquirir una lógica de dominación. La propuesta será realizar un análisis lógico y sistemático de todas las relaciones que constituyen el signo “Gobierno” tal como se presenta en la teorización foucaulteana. De este modo, la presente propuesta pretende explorar una trayectoria analítica y critica capaz de delinear una semiótica de los discursos doxológicos (políticos, religiosos, periodísticos, gubernamentales). Para lograr este objetivo, utilizaré como herramienta el nonágono semiótico (Guerri et al, 2016). El mismo se presenta como un método eficaz para dar cuenta de la sobredeterminación del signo en cuestión evitando diversas formas de reduccionismo, ya que se caracteriza por ser: una estructura vacía que da cuenta de lugares lógicos de relaciones y no de contenidos fijos”. También por: “privilegiar la relación entre los lugares a los efectos de la construcción cognitiva y no la ‘esencialización’ de cada uno de ellos” (Guerri et al, 2016: p. 14). Por esta razón, a través de esta herramienta de trabajo, será posible abordar de modo sistemático y reflexivo esa dialéctica singular que propone el último Foucault para pensar la dinámica de los dispositivos, es decir, ese vinculo necesario, y a la vez, irreductible entre tres polos: el conocimiento (Verdad), las relaciones de fuerzas (Poder) y la constitución de la subjetividad (Ética). Ponencia para ser presentada en la sección "Applying Peirce" coordinada por Claudio Guerri.