#MeToo, ¿un discurso a favor del empoderamiento de las mujeres ante la violencia y ciberviolencia de género?

A más de un año del surgimiento #MeToo, tras las acusaciones y denuncias públicas sobre delitos sexuales cometidos por el productor Harvey Weinstein, el debate público continúa con discursos sobre sus consecuencias a favor y en contra de las mujeres; acompañado de manifestaciones públicas, acciones políticas y denuncias legales. El 16 de octubre de 2016, la actriz Alyssa Milano sugirió la etiqueta #MeToo ("Yo también") en Twitter para que otras mujeres, quienes habían sido acosadas o abusadas sexualmente, evidenciaran la “magnitud del problema”. Milano expresó en el programa Good Morning America que “se trataba de demostrar que esto sucede en todas partes, que no es solo Hollywood, que no son solo actrices". De acuerdo con el diario El Universal (octubre, 2017), en 24 horas, el mensaje de Milano fue replicado 50 mil veces, 500 mil ocasiones el #MeToo fue tuiteado y tuvo ocho millones de menciones en Facebook. De esta forma se evidenció la violencia de género en línea y fuera de línea como parte de un continuum, una secuencia de violencia cultural, estructural e integral que se alimenta desde múltiples direcciones. Amelia Varcárcel sostiene que las mujeres soportan un índice muy elevado de violencia precisamente porque son mujeres y esta no es una identidad que se escoja (2007); lo que refleja la subjetividad, la posición, la condición histórica de las mujeres respecto al poder, así como las formas de resistir y oponerse a este. Teun A. van Dijk (1999) explica que para entender cómo el discurso contribuye a la desigualdad social, además de estudiar los grupos que controlan el discurso y cómo este controla la mente y acción de los menos poderosos, se requiere saber cómo los dominados son capaces de resistir, para comprender la disidencia y oposición. En este contexto, el objetivo de esta ponencia consiste en analizar los alcances del movimiento #MeToo desde el análisis del discurso (van Dijk, 1999 y Hodge y Kress, 1988) como una estrategia de acompañamiento para que otras mujeres, no sólo figuras públicas, se atrevan a denunciar públicamente la violencia de género o ciberviolencia, y se fortalezcan procesos de empoderamiento colectivo a su favor. Para ello, en un primer momento se analizará la categoría de empoderamiento, desde la teoría crítica feminista y acuerdo con Marcela Lagarde (2015), Nelly Stromquist, Kate Young y Naila Kabeer (León, 1997). En un segundo momento, se vinculará la categoría de empoderamiento a las estrategias de acompañamiento de las víctimas de violencia de género y/o ciberviolencia emprendidas por el #MeToo, mediante la categoría de complejo ideológico (Hodge y Kress, 1988) y el análisis del discurso propuesto por Teun A. van Dijk (1999), a partir del recurso simbólico del acceso al discurso público y a la comunicación, así como a su control, que incluye el contexto: definición global de la situación, espacio, tiempo, acciones, participantes y sus representaciones mentales. Esto, como resultado de un seguimiento informativo y de opinión durante el primer año del #MeToo mediante las herramientas Google Alert y MeToo Rising, desarrolladas por Google. Se sugiere para la mesa de Semiótica y género.
Pays: 
Mexique
Thème et axes: 
Sémiotique et Sociologie
Institution: 
Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México
Mail: 
caroluna2607@gmail.com

Estado del abstract

Estado del abstract: 
Accepted
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