El presente estado de sociedad nacional y, particularmente, el de la provincia del Chaco, adquiere una relevancia especial en relación con la lucha en torno de la configuración discursiva de la identidad (Bruner, 2013; Arfuch, 2014) de los actores políticos chaqueños. Esto toma un carácter especial en nuestra región en función de polarizaciones que resultarían contradictorias. Nos interesan casos de actores cuyas gestiones y devenires los ubican como posibles candidatos o referentes de distintos partidos políticos (Crespo Martínez y otros, 2016) que, en este momento se disputan el poder en la provincia del Chaco, Argentina. De allí que, en el marco del PI 17H013 “Discurso social. Narrativas políticas en los medios de comunicación: inteligibilidades actuales” (SGCyT-UNNE, 2018-2021, dir. Dra. Natalia Colombo) propongamos una mirada sobre aspectos persuasivos vinculados con la configuración discursiva de identidades de actores políticos chaqueños pertenecientes a diferentes partidos políticos, en el presente proceso de campaña electoral (Crespo Martínez y otros, 2016). Las narrativas políticas, en tanto se generan y circulan en ámbitos vinculados con el ejercicio del poder, además de otros procesos de participación y legitimación, se constituyen en un modo de puesta en discurso en el que se propone una “puesta en escena”. En la narrativa, en tanto “(recon)versión de la realidad” (García, 2004) se “cuentan” acontecimientos, que en este caso, se vinculan con la cotidianeidad de determinados actores políticos. Entendemos que observar, sistematizar y analizar los relatos que circulan en los medios, principalmente en las redes sociales, colaborará en la operación de desmontar legitimidades y posicionamientos discursivos que surgirían en relación con la configuración de roles, acciones y situaciones a través de los que se busca instalar una determinada identidad del actor político. En términos de Propp (2014) con las funciones que cumplen determinados personajes en la historia relatada. En este sentido, cobraría una nueva significación la figura del adversario político (Mouffe, 2009). Consideramos que la narrativa resulta un recurso persuasivo cuya finalidad es lograr la adhesión del paradestinatario (Verón, 1987) a quien hay que convencer de la ideoneidad del candidato. En otro orden de cosas, esta figura pueden entenderse en tanto consumidor y, en este sentido, formaría parte de estrategias vinculadas con la publicidad y la propaganda que apuntan a actitudes, comportamientos, valores, opiniones, percepciones, sentimientos, intenciones (de compra o de voto), deseos, estilo de vida, identidades, subjetividades (García Canclini, 1995). En el espacio público de circulación de los discursos (Sibilia, 2013) es posible observar que los espacios tradicionales de comunicación política variaron lo cual permitió su instalación en las redes sociales, favoreciendo otro tipo de relaciones sociales. En un contexto globalizador y de hegemonía del mercado, las estrategias comunicativas propias del marketing nos interpelan como ciudadanos aunque funcionemos como consumidores (García Canclini, 1995). Esta es una propuesta de carácter interdisciplinario por lo que entendemos que tanto la Semiótica, el Análisis del discurso, los aportes de la Comunicación Social, la Narratología, la Retórica, cuanto las teorías de la Discursividad social se constituyen en nuestras herramientas teórico-metodológicas para el abordaje de la problemática formulada.