El espacio, en los motion graphics, es organizado según un concepto en el cual el cuadro oscila entre límite lógico y elemento compositivo –estatuto plástico de la pantalla–. Dentro de este límite lógico se desarrolla la idea de espacio ilusorio, determinada principalmente por las leyes de perspectiva que nos permiten darle una forma a la imagen live action. Esta idea de espacio ilusorio es constituida por la disposición de campos visuales internos que corresponden a objetos de representación puestos en relación para aludir a situaciones espaciales particulares. Estos campos visuales se determinan por los límites del marco puestos a disposición de la puesta en cuadro (Casetti y di Chio 1990 [1991]: 131) en una actitud espacial del montaje. El siguiente texto procura ser una descripción analítica de tres tipos de recurrencias del uso del cuadro como elemento compositivo de la forma audiovisual observadas en un repertorio de piezas de motion graphics. Estas recurrencias dan cuenta de un fragmento de lo que hemos denominado operaciones morfosintácticas con un predominio de la dimensión espacial dentro de esta forma de lenguaje audiovisual y son definidas por la hibridación considerada como paradigma estético. Su característica más visible es el uso de elementos provenientes de diferentes modos históricos de producir imágenes, que encuentran en la pantalla audiovisual un espacio de convergencia. Las operaciones son unidades de acción donde conceptos morfosintácticos entran en relación para la configuración de la forma audiovisual. Se conciben como posibilidad de sentido que se actualiza por medio de la constitución de procedimientos de representación que puestos en contexto adquieren un valor estilístico. En este caso no presentamos el análisis de dicho valor estilístico ni de los procedimientos de representación, limitando nuestra mirada a las particularidades de la hibridación en las relaciones de la forma espacial de la imagen audiovisual consigo misma. Dentro de las operaciones con predominio espacial recurrentes en los motion grahics presentamos aquí tres de ellas que están relacionadas con las posibilidades plásticas que ha adquirido la pantalla por medio de lo que consideramos oscilaciones entre dos concepciones del cuadro dentro del diseño de motion graphics: uno como límite físico de la imagen audiovisual y otro como elemento compositivo al interior de la pantalla. De este modo el cuadro se desplaza desde las fronteras de la imagen-objeto (Stiegler 1998: 180-183) para interrelacionarse con otros elementos dentro de su espacio compositivo, adquiriendo un nuevo estatuto plástico. El estatuto plástico de la pantalla aquí surge de un tránsito semántico al que sometemos el término, que involucra el concepto de marco en pintura y de cuadro en el audiovisual. Estos dos conceptos se ubican más claramente en el aspecto material relativo a la categoría de la existencia actual de los límites físicos de la imagen audiovisual: sin embargo, el partido que logra sacar el diseño de motion graphics del aspecto perceptible del marco nos lleva a considerarlo como un concepto que encuentra un fértil desarrollo en el aspecto plástico de esta forma de lenguaje. De este modo nos encontramos con un primer uso del marco que lo convierte en un elemento activo dentro de la configuración de la imagen -pantalla múltiple-, un segundo uso que recuerda cierto carácter decorativo de su contorno y al mismo tiempo establece límites espaciales internos en el campo visual -marco interno-, y finalmente un uso diegético que pone en evidencia el dispositivo técnico exaltando alguno de sus aspectos formales o plásticos -segunda pantalla-. Ponencia para ser presentada en la sección "Appying Peirce" coordinada por Claudio Guerri.